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Eso me preguntó mi amiga Antonia. Las razones son varias y parto desde la utilización que hago yo de estos archivos. Os voy a contar cuando me enrosco los cascos y disfruto escuchando las obras:

1. Cuando espero en el centro de salud (al menos 30 minutos de demora).

2. Cuando voy al dentista (al menos 15 minutos que me angustian y con el audio pues... me evado)

3.Cocinando, lo odio y me aburre pero el audio hace que el tiempo vuele.

4. Planchando que creo es la actividad más ingrata pero el audio me hace volar entre vapores.

5. Doblando calcetines, tedioso pero rápido y mecánico mientras la novela transcurre en otros mundos.

6. En la playa: mar, sol, y un buen relato para reconciliarte con el universo.

7. Y sobre todo en el gimnasio: la hora y cuarto que estoy sudando y perdiendo calorías casi la agradezco ya que me permite avanzar mucho en los relatos.

Pero por encima de todas estas razones los subo para l@s discapacitad@s visuales, porque aunque este es un blog modesto, si lo encuentran, que disfruten de todos estos relatos que nos hacen ser un poco más felices.

Linda Beleta